Creamos este blog, con la intención de publicar en él, y de manera exclusiva, la mayor cantidad de información acerca de Armando Reverón y de Juanita, su compañera, su modelo, el personaje más imprescindible y necesario en la vida del artista durante 36 años.


También hablaremos de los amigos verdaderos de Reverón, quienes lo respetaban y lo valoraban debidamente como hombre y como creador. Y, asimismo, trataremos de incluir en el blog, una buena cantidad de artículos de prensa sobre su persona y su obra; como también mencionaremos las películas documentales que le realizaron Roberto Lucca, Edgar Anzola y Margot Benacerraf. Y, desde luego, señalaremos, también, otras películas acerca del artista, llevadas a cabo años después de su fallecimiento.


Es obvio que no olvidaremos nombrar a quienes, en distintas épocas, tomaron muchas y excelentes fotografías del Castillete, de sus habitantes, de sus vecinos y de quienes iban de visita a ese lugar privilegiado de Macuto. Hoy desaparecido por la acción del deslave ocurrido a finales de 1999, y que ahora se ha convertido en un testimonio cierto, patético, de la falta de interés de las Instituciones Culturales del Estado, por recuperar esa arquitectura de gran importancia para el arte nacional.


Tenemos la certeza de que al reunir en este blog, la mayor cantidad de información sobre Armando Reverón, sus obras, su familia, sus amigos, su entorno, y muchas cosas más, será de mucha ayuda para los estudiantes, para los artistas, para los investigadores, y para el público en general, que desean tener más conocimiento de quien, en aquel Castillete cercano al mar del litoral central, creó una obra extraordinaria y absolutamente personal. El, Reverón, “unido al aire de sal, quemado de luces y de soles, encandilado por la blanca brasa del mar,” como así lo dijo su amigo el escritor Guillermo Meneses.


domingo, 18 de septiembre de 2011

GIO PONTI, ARMANDO REVERON Y CRISTINA GOMEZ

Napoleón Pisani Pardi


    Tres personajes que, por distintos hechos, razones y casualidades, se relacionan entre sí.

    El libro titulado: Cristina Gómez, maracayera, escrito por Germán Fleitas Núñez, y patrocinado por la Gobernación del Estado Aragua en el año 2003, es una publicación parecida a un álbum familiar, con muchísimas fotos, anécdotas, postales, y donde, además, hay dibujos, pinturas, poemas, pensamientos, partituras, y otras obras de arte, obsequiadas y autografiadas por sus autores, a esta hija del general Juan Vicente Gómez.
    Obras de Tito Salas, ALFA, Leoncio Martínez (Leo), Francisco Narváez, Tomás Golding, Pedro Elías Gutiérrez, Rafael Monasterios, Moisés Moleiro, Gregorio García, Berta Singerman, Mangoré, Eloy G. González, Antonio Muñoz Tebar, Raúl Santana, Chicharro Gamo, Eduardo Francis, Manuel Cabré, Armando Reverón, y otros más, ilustran este interesante libro, donde se narran, también, algunos episodios de la cotidianidad social, y de la historia contemporánea del país, que, de manera descarnada, retratan los aspectos menos favorecedores de la condición humana de ciertos personajes de la sociedad venezolana.
    Ahora bien, en este blog hemos publicado varios trabajos sobre Armando Reverón, como también hemos publicado una caricatura del poeta Domínguez Rivodó, realizada por Reverón, una faceta muy poco conocida del pintor, que nos pareció interesante y necesario dar a conocer. Como ahora hacemos con el dibujo que Reverón le obsequiara a la hija de Gómez en 1931, el cual aparece en el libro ya mencionado, de edición y circulación limitadas, desafortunadamente, pues es una publicación que tiene un contenido sumamente interesante, y merece, por lo tanto, una mayor divulgación. 

Croquis del Castillete, realizado por el arquitecto italiano
Gio Ponti, en 1954.

    Asimismo, y por ser poco publicitado, insertamos en este pequeño texto, el croquis realizado por el arquitecto italiano Gio Ponti en 1954, donde él señala todos los espacios que tenía el Castillete de Macuto, y que junto con algunas fotografías de Grazziano Gasparini, y un magnífico escrito acerca de Reverón, Ponti publica en la revista DOMUS Nº 296, en julio del mismo año. Menos de dos meses antes de morir el pintor.